sábado, 28 de marzo de 2020

Alimentación, defensas y coronavirus


Es muy posible que tarde o temprano todos tengamos que enfrentar el coronavirus ya que su poder de contagio sólo será neutralizado cuando el 70% de la población ya haya sido infectada y sus anticuerpos impidan la retransmisión del virus, lo que se conoce como “efecto manada”. El aislamiento social solamente retarda nuestro contacto con el virus e impide tasas de contagio tan elevadas que aumentarían también las tasas de mortalidad, por exceder la capacidad de auxilio de los servicios médicos de emergencia.

Nuestra mejor arma y mayor esperanza de vencer el virus es que tengamos el sistema inmune en condiciones de enfrentarlo. La inmunidad de cuerpo humano está directamente asociada a la calidad de su microbiota intestinal. Cuanto más vegetariana y natural la microbiota mayor la inmunidad del cuerpo porque el sistema inmune no será desgastado por la limpieza del intestino de los microbios dañinos introducidos por descuidos en la alimentación.

Existen decenas de miles de cepas de bacteria buena que necesitamos formen la microbiota de nuestro intestino y que el sistema inmune identifica como necesarias y protege. Existen, por otro lado, algunas cepas de bacteria mala que, aunque pocas en variedad, pueden llegar a cantidades tan exorbitantes que completamente desborden la capacidad de nuestro sistema inmune en limpiarlas del intestino y defendernos al mismo tiempo de otros ataques.

Desgastado por las batallas constantes en el intestino y sin munición, el sistema inmune pierde la capacidad de combatir otros patógenos que entran por vía respiratoria, como por ejemplo el coronavirus. Tarde o temprano todos tendremos que enfrentar el coronavirus y cuando nuestra hora llegue es importante hacerlo que un sistema inmune tan fuerte como sea posible. Siguen más orientaciones sobre cómo lograrlo.

No todos los alimentos vegetales son comestibles. Tal es el ejemplo del maíz, trigo, cacao, y dátil, que poseen naturalmente 1, 5, 4, y 5 diferentes variedades respectivamente de bacteria mala (patógenos), y típicamente ingresan al intestino en tal cantidad cuando consumidos que acaban desgastando el sistema inmune.

Los alimentos de origen animal son más tóxicos todavía que los de origen vegetal mencionados arriba y su impacto sobre nuestro sistema inmune es proporcionalmente mayor.

1.       Las carnes de vaca, cerdo, y pollo poseen naturalmente 9, 9, y 10 diferentes variedades respectivamente de patógenos cuando cocidas. Cuando crudas, esas mismas carnes tienen 25, 20, y 20 diferentes variedades respectivamente de patógenos.

2.       Los pescados salmón, atún, y sardina poseen naturalmente 9, 9, y 14 diferentes variedades respectivamente de patógenos cuando cocidos. Cuando crudos, esos mismos pescados tienen 19, 19, y 25 diferentes variedades respectivamente de patógenos.

3.       La leche de vaca posee naturalmente 4 variedades de patógenos, pero después del proceso de pasteurización puede llegar a tener hasta 25 variedades de patógenos. Sus derivados como los quesos, manteca, yogurt, dulce de leche, leche en polvo, leche de fórmula para bebés, etc., poseen mayor número de patógenos todavía introducidos durante sus procesos de industrialización.

4.       El huevo de gallina cuando cocido tiene 29 diferentes variedades de patógenos cuando, pero crudo posee naturalmente 44 variedades de patógenos.

Por favor evitar los alimentos comestibles apuntados arriba.

En un apartado se expondrá una lista de vegetales naturales que incluye más de 100 alimentos comestibles que fortalecerán tu sistema inmune.

Fuente: Aeru 




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