Es muy posible que tarde o temprano todos tengamos que enfrentar el coronavirus ya
que su poder de contagio sólo será neutralizado cuando el 70% de la población
ya haya sido infectada y sus anticuerpos impidan la retransmisión del virus, lo
que se conoce como “efecto manada”. El aislamiento social solamente retarda
nuestro contacto con el virus e impide tasas de contagio tan elevadas que
aumentarían también las tasas de mortalidad, por exceder la capacidad de auxilio
de los servicios médicos de emergencia.
Nuestra mejor arma y mayor esperanza de vencer el virus es que
tengamos el sistema inmune en condiciones de enfrentarlo. La inmunidad de
cuerpo humano está directamente asociada a la calidad de su microbiota
intestinal. Cuanto más vegetariana y natural la microbiota mayor la inmunidad
del cuerpo porque el sistema inmune no será desgastado por la limpieza del
intestino de los microbios dañinos introducidos por descuidos en la
alimentación.
Existen decenas de miles de cepas de bacteria buena que
necesitamos formen la microbiota de nuestro intestino y que el sistema inmune
identifica como necesarias y protege. Existen, por otro lado, algunas cepas de
bacteria mala que, aunque pocas en variedad, pueden llegar a cantidades tan
exorbitantes que completamente desborden la capacidad de nuestro sistema inmune
en limpiarlas del intestino y defendernos al mismo tiempo de otros ataques.
Desgastado por las batallas constantes en el intestino y sin
munición, el sistema inmune pierde la capacidad de combatir otros patógenos que
entran por vía respiratoria, como por ejemplo el coronavirus. Tarde o temprano
todos tendremos que enfrentar el coronavirus y cuando nuestra hora llegue es
importante hacerlo que un sistema inmune tan fuerte como sea posible. Siguen
más orientaciones sobre cómo lograrlo.
No todos los alimentos vegetales son comestibles. Tal es el
ejemplo del maíz, trigo, cacao, y dátil, que poseen naturalmente 1, 5, 4, y 5
diferentes variedades respectivamente de bacteria mala (patógenos), y
típicamente ingresan al intestino en tal cantidad cuando consumidos que acaban
desgastando el sistema inmune.
Los alimentos de
origen animal son más tóxicos todavía que los de origen vegetal mencionados
arriba y su impacto sobre nuestro sistema inmune es proporcionalmente mayor.
1.
Las carnes de vaca,
cerdo, y pollo poseen naturalmente 9, 9, y 10 diferentes variedades
respectivamente de patógenos cuando cocidas. Cuando crudas, esas mismas carnes
tienen 25, 20, y 20 diferentes variedades respectivamente de patógenos.
2.
Los pescados salmón,
atún, y sardina poseen naturalmente 9, 9, y 14 diferentes variedades
respectivamente de patógenos cuando cocidos. Cuando crudos, esos mismos
pescados tienen 19, 19, y 25 diferentes variedades respectivamente de
patógenos.
3.
La leche de vaca posee
naturalmente 4 variedades de patógenos, pero después del proceso de
pasteurización puede llegar a tener hasta 25 variedades de patógenos. Sus
derivados como los quesos, manteca, yogurt, dulce de leche, leche en polvo,
leche de fórmula para bebés, etc., poseen mayor número de patógenos todavía
introducidos durante sus procesos de industrialización.
4.
El huevo de gallina
cuando cocido tiene 29 diferentes variedades de patógenos cuando, pero crudo
posee naturalmente 44 variedades de patógenos.
Por favor evitar los alimentos comestibles apuntados arriba.
En un apartado se expondrá una lista de vegetales naturales que incluye más de 100 alimentos comestibles que fortalecerán tu sistema inmune.
Fuente: Aeru
En un apartado se expondrá una lista de vegetales naturales que incluye más de 100 alimentos comestibles que fortalecerán tu sistema inmune.
Fuente: Aeru